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La "nueva normalidad": un reto para el ocio infantil

  • Rake
  • 8 jun 2020
  • 10 Min. de lectura

Artículo 31 1 . Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso

y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y

a participar libremente en la vida cultural y en las artes. Convención sobre los derechos del niño- 1990

(España está comprometida con este Convenio)

En esta entrada, me gustaría compartir recursos que sean de interés para todos aquellos profesionales que estén en el punto de incertidumbre absoluta sobre el ocio infantil...

¿Tenemos algo seguro?

Desgraciadamente, ante una "amenaza" invisible que nos supera como individuos y sociedades humanas, pocas cosas podemos tener claras. Hasta que se encuentre una vacuna, tratamientos eficaces o exista una inmunidad de grupo notable, apenas podremos volver a un estilo de vida "más relajado" en cuanto a medidas higiénicas. Y más sabiendo que, en España, sólo el 5% de la población presenta inmunidad. Ser responsables de la salud individual y grupal es la mejor medida que tenemos ahora mismo. De lo contrario, podríamos generar una situación imposible de gestionar favorablemente.

En cuanto a cómo padecen los pequeños la enfermedad, suele presentar algunas perticularidades que hacen tener especial atención de cara a los pequeños. Las afecciones pueden ser casos leves y asintomáticosm, sabiendo que a medida que se avanza en edad, se aumenta la severidad. Mas, los pequeños no están exhentos de padecer la severidad del virus. Al generar anticuerpos e inmunizarse, pueden tener reacciones inflamatorias multisistémicas graves (como la enfermedad de Kawasaki, miocarditis o vasculitis, no son la mayoría de los casos). Otro dato de interés, parece no haber diferencias entre la carga viral entre pequeños y adultos. Bajo el criterio de Antonio Figueras (Biólogo) expone su opinión:

“A los niños, en mi opinión, no se les ha tratado como ciudadanos de derecho, a pesar de que la evidencia científica que se ha ido acumulando en otros países concluía que de supercontagiadores nada. Obviamente pueden ser pacientes y se pueden contagiar. Hace tiempo que todo apunta a que no se contagian tanto y, cuando lo hacen, no tienen casi síntomas. Si tienen síntomas y acaban en el hospital, la carga viral es parecida a la de un adulto”

“sigo preguntándome si estamos exigiendo más a los niños de lo que deberíamos, con las consecuencias que tiene para ellos y para la conciliación de sus padres. E, incluso, si la comunidad científica tiene algún interés en su bienestar o si son un sector de la sociedad que, simplemente, no interesa”.

Pero la masificación de espacios, como los colegios y escuelas, no parecen ser una opción a tener en cuenta en este momento (siendo de 25 niños .en infantil y primaria, 30 en secundaria y 35 en bachillerato, antes de la pandemia, reducida a la mitad después del confinamiento).

 

La "nueva normalidad": ¿qué tenemos que valorar?

Sin embargo, es apremiante encontrar fórmulas que sean compatibles con 4 aspectos fundamentales de esta "nueva normalidad":

  • La creación de protocolos que generen adherencia en el tiempo para la población general. No olvidemos que la desescalada entraña peligros. En Irán se está experimentando un repunte a causa, tal vez, de una desescalada precoz o de no estandarizar medidas adecuadas. Por ello, es imperativo, por la seguridad de todos, seguir unas pautas sencillas, solidarias y prácticas.

"Siempre señalamos que el entorno del niño es clave para su salud mental: si los padres no están bien, los niños no estarán bien”

  • A su vez, mantener una retroalimentación constante con las familias, procurando un entorno humanizado, atendiendo a todas las necesidades que tengan los pequeños en concreto y el contexto en general (familias, trabajadores y posibles terceros implicados, como pueden ser proveedores). A este respecto, acudir a centros de ocio pequeños puede favorecer un clima acogedor. Además de que son entornos más controlados y de trato más cercano. Así mismo, favorecemos la economía local, que tan duramente ha sido azotada en este tiempo.

  • Ofrecerle a los pequeños un entorno rico en experiencias de aprendizaje, sociabilización sana y donde se sientan seguros y protegidos. Peter Gray apunta que para los pequeños es necesario el juego entre iguales, y que sea espontáneo, especialmente si se da al aire libre. Esto propicia un desarrollo saludable para los menores. Todo ello, especialmente en este momento de pandemia, debe de ir de la mano de profesionales cualificados que sepan acompañar a los menores en el proceso de esta nueva "normalidad" y que cuenten con recursos suficientes para hacer frente a imprevistos.

¿Por qué es importante poder ofrecer entornos lúdicos favorables?

Podemos acogernos a varios factores:

  • En España, los menores de 19 años, según datos del INE, representan el 14'62% del total de la población residente en España. Un grupo de población no poco numeroso y realmente sensible al ambiente en el que se encuentran, debido a su proceso evolutivo.

  • A pesar de que existe poca cultura sobre "preguntarle a los niños" en España, el estudio realiado por el equipo de Infancia Confinada, nos acerca datos relativos a las impresiones y experiencias de los pequeños en primera persona. Este se realizó a finales del mes de abril hasta el 7 de mayo. La mayoría de los participantes son menores de entre 10 y 14 años. En gran medida, estaban a favor del confinamiento como algo necesario, mas el deseo de que terminase cuanto antes era también fuerte (60%). El sentimiento más imperioso diariamente es la tranquilidad (sobre el 80%) y el aburrimiento ( 61%); también existe la preocupación (36%) o tristeza (38%). Las niñas y los de mayor edad, parecen ser las que presentan más esa clase de sentimientos negativos.

El tiempo de ocio en el hogar es, también, un punto de especial interés en este caso. Siguiendo lo relatado en el estudio atendemos a que:

"Los chicos han apostado más claramente por la frecuente actividad lúdica digital (...) por el contrario, ellas hacen más frecuentemente otro tipo de actividades: para empezar las escolares (...) pero sobre todo las que tienen que ver con la comunicación con sus iguales y su red familiar o próxima (...) lo que reproduce claramente esquemas referidos a una socialización de género disímil".

  • La situación tras el confinamiento puede afectar al bienestar psicológico de los pequeños. Un estudio realizado en España e Italia por las universidades de Miguel Hernández (España) y Università degli Studi di Perugia (Italia) nos aportan información a este respecto: El 85'7% de los padres percivieron cambios actitudinales, destacando la falta de concentración, aburrimiento, irritabilidad, intranquilidad o nerviosismo. Parecen ser más referenciados en las familias españolas. Esto se suman cambios de hábitos diarios en los que los pequeños pasan más tiempo con dispositivos digitales, hacen menos ejercicio y duermen más horas. A causa de este respecto, y con situaciones más complicadas, un porcentaje de hasta el 30% podrían desarrollar estrés post-traumático. Especialmente vulnerables aquellos menores con discapacidad, así como TEA o TDAH. Ello hace esencial medidas que provean a los menores de un acompañamiento seguro emocional y en hábitos, para su salud integral. De esta forma, prevenimos la "cuarta ola" sanitaria, relativa a la atención a la salud mental.

  • Es momento de repensar nuestro tiempo de ocio, en especial el de los menores. Irónicamente, antes del confinamiento los niños ya estaban en un periodo de "pre-confinamiento". El juego libre, social y al aire libre es una pieza clave para el desarrollo integral de los menores. La mayoría no cumple los mínimos requeridos, dejando el demoledor porcentaje de que el 82% de los pequeños juega al aire libre menos tiempo del recomendado. Incluso el 35% no puede desarrollarlo en interiores.

"El tiempo mínimo recomendado de juego al aire libre es de dos horas diarias para los bebés y niños menores de tres años; de hora y media entre los 4 y los 6 años, de hora y cuarto entre los 7 y los 9, y de una hora en la franja entre 10 y 12 años. Entre los más pequeños, a penas un tercio cumple estas recomendaciones; en la franja de 4 a 6, sólo dos de cada diez; entre 7 y 9 solo el 11%, y a partir de los 10 años, únicamente el 6% disfruta de una hora de juego al aire libre."

Incluso son bautizados como la "generación búnker", por lo encerrados que viven. Insisto, esto es previo al confinamiento. Tal vez, sea un momento propicio para repensar el tiempo, los espacios y cómo lo invertimos. Pablo Buscó (AIJU) aduce:

“No es que los niños no quieran jugar, es que no tiene espacio ni tiempo para ello”

 

Soluciones polivalentes: los profesionales en el ocio y tiempo libre

A parte de estos argumentos, no pretendo subsanar a los profesionales de la educación por aquellas personas que se dedican al ocio y tiempo libre. Pero, es cierto, que este colectivo ha sufrido un duro golpe durante la cuarentena. En mi ciudad, Vigo, ha habido cerca de una veintena de negocios que han tenido que cerrar sus puertas (vía La Voz de Galicia). Muchos centros, a pesar de expresar su cariño durante tantos años, no han podido soportar tanto tiempo cerrados. Y el verano supone, tanto para el empleo joven para las empresas, la vía de ingresos más importante para el resto del año.

Por ello, también puede ser un buen momento para reivindicar una profesión que vaya más allá de un ocio "fast" de masas, y permitir que tanto los niños, familias como los monitores puedan gozar de un espacio más ameno y con más seguridad para todos. El tiempo libre es un tiempo de aprendizaje en saber ser. saber conocer, saber convivir y saber hacer. Es educación en valores. Es un tiempo que merece ser educativo y que sea desde el disfrute y la distensión.

 

No hay nada escrito ... pero hay grandes aportaciones

Para poder abordar de la mejor manera posible esta transición a unos nuevos hábitos, me gustaría compartir diferentes documentos de referencia para poder adaptar medidas de prevención, en lo posible.

Como medidas expuestas generales desde el Ministerio de Sanidad, vemos las siguientes:

  • Los campamentos se podrán realizar respetando un aforo del 50% del habitual en actividades al aire libre y nunca sobrepasando los 200 participantes, incluyendo monitores; y respetando un aforo de un tercio del habitual en las actividades en espacios cerrados, nunca con más de 80 participantes.

  • Además, se deberá organizar a los participantes en grupos pequeños, de hasta un máximo de 10 contando al monitor, entre los que se llevará a cabo toda la interacción, es decir, no se podrán mezclar los participantes de distintos grupos en ninguna acción para facilitar el cumplimiento de las medidas de prevención.

  • Los jóvenes participantes y los Monitores de Ocio y Tiempo Libre mantendrán en todo momento la distancia social interpersonal de dos metros y tendrán que llevar mascarilla cuando no sea posible mantener esa distancia. Además, las entidades que organicen Actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil deberán contar con un procedimiento para el manejo de casos o contactos.

Pero, estas medidas son insuficientes a la hora de aplicarlas en contextos concretos. Por ello, veo necesario acudir a protocolos que han ido desarrollándose por diferentes entidades, o incluso protocolos específicos transmitidos desde el Ministerio de Educación.

...

A mayores, tener en cuenta la opinión de diferentes profesionales en el sector, que pueden enriquecer nuestra visión. La opinión desde Arenaria Coordinación, S.L. me parece muy acertada en estos momentos. También Galopín Ocio Alternativo ha expresado su punto de vista. Recomiendo mucho leer para comprender mejor las inquietudes y demandas del sector.

 

¿Por qué apostaría yo?

Ante una decisión tan compleja y complicada, siempre es necesario el debate y la retroalimentación entre los deseos de la familia y las posibilidades de su ambiente. A lo largo de este post he ido indicando algunos puntos que me resultan de interés a la hora de abordar el cuidado de los pequeños desde el ocio infantil.

Sin duda, apostaría por fórmulas que sean de actividades en espacios abiertos, al aire libre, y , preferiblemente, en entornos naturalizados. El juego libre en estos espacios surte de estímulos adecuados a los pequeños y también generan mayor tranquilidad y estabilidad emocional. Son entornos en los que se puede estar a una distancia adecuada, se puede emplear el material desestructurado que nos ofrece la naturaleza y el aire no se encuentra "estancado" en una sala.

Por ello, suscribo tanto el manifiesto de la Federación EDNA como el de REEFNAT para que la educación en la naturaleza sea plausible, visible y tenga cabida en nuestros ámbitos educativos.

Pero lo más importante, sin duda, es contar con profesionales que acompañen adecuadamente a los pequeños en este proceso, desde la responsabilidad, la empatía y el cariño que se merecen. Es un buen momento para poder conocer las pedagogías activas y aprender a aplicarlas en el tiempo libre (como ya hacen muchas empresas del sector).

 

Espero que esta entrada pueda ser de vuestro interés.

Bajo ningún concepto pretendo la promoción de medidas que no sean compatibles con las necesidades sanitarias. Mas es cierto que puede ser interesante una pequeña recopilación de información para aplicar lo mejor posible puede ser de ayuda para todos.

Si puedo seros de ayuda de alguna forma, no dudéis en poneros en contacto conmigo.

Mucho ánimo y suerte

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