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La anatomía del regalo

  • Rake
  • 10 dic 2016
  • 5 Min. de lectura

Se acercan las Navidades. Esa época del año que no deja a nadie indiferente: o las amas o las odias. Incluso para las personas que no nos identificamos con la religión cristiana (o en general, no somos creyentes) nos vemos imbuídas por la ornamentación pomposa de la ciudad y el asedio de miles y miles de anuncios publicitarios. La Navidad ya no es un período de beneración a Cristo y a su mensaje, es un auténtico culto al sistema económico. Que, irónicamente, son altamente contrapuestos.

Pero no escribo esta entrada para hacer una revisión teológica del asunto. En este pequeño espacio me gustaría hablar de los regalos de Navidad. A mi parecer, escesivos regalos, la gran mayoría de veces sin sentido y casi sin utilidad. Con lo cual, nos encontramos ante la apología del consumismo y, por ende, ante la carencia de revisionado de nuestro consumo (que afecta al medio y a todos los seres que habitan en él). Es entonces cuando llegamos a la pregunda de : ¿Cual es el motivo de regalar?

Tal vez deberíamos ponernos un poco radicales y pensar en el significado de regalo, del presente, de agasajar a alguien. Según la RAE, vemos una definición bastante fiel a la realidad, y dice:

"Dádiva que se hace voluntariamente o por costumbre."

El tema es el "por costumbre". Uno de los errores más frecuentes es el no plantearse nuestras propias costumbres y seguir haciéndolas enagenados por las corrientes sociales. Pero siguiendo con las definiciones, y en la línea de los diccionarios/enciclopedias interactivos, podemos hablar de la definición que expone wikipedia, por ejemplo:

"Un regalo (de regalar), obsequio o presente, es la entrega de dinero u objetos sin requerir algo a cambio; por extensión se puede llamar regalo a cualquier manifestación de afecto dirigido a otro."

Esta definición desde mi parecer, la primera parte al menos, empieza mal cuando habla de dinero u objetos, ya que es muy delimitante. Seguidamente lo engloba mejor, pero el orden de los factores altera el producto.

Pero, personalmente, me gusta mucho más la que nos presenta wordreference, que dice:

"Lo que se da a alguien sin esperar nada a cambio,como muestra de afecto o agradecimiento"

No habla de objetos ni dinero, con lo que podemos expecular con muchas otras formas de dar regalos, como simplemente la expresión de los sentimientos más profundos, la ayuda mutua, o mismamente la oferta de experiencias. Mucho más emocional, pero entendiéndonos como seres gregarios y sociales, pues me parece bastante más acertada.

Entonces ... ¿Qué es lo que opino sobre los regalos?

No voy a engañar a nadie, soy tremendamente fan de los regalos, de agasajar a las personas que me rodean y con las que comparto sentimientos de afecto y amor. Pero lo que considero regalos, son más bien pequeños detalles que, desde mi punto de vista, embellecen la vida y le aportan la calided que muchas veces le restan los horarios anodinos, las rutinas asfixiantes y la enagenación y abstracción absoluta del vivir para el sobrevivir.

Y aquí es dónde entramos en el terreno pantanoso y a veces estresante del ¿Qué puedo regalar entonces?.

A veces parece más complicado de lo que parece. O a veces tendemos a generar expectativas que no se corresponden con la realidad y que nos distorsionan el objetivo final: dar cariño a quien le regalamos. El cariño, como ya comentaba, puede ser material o puede adoptar otras formas. En definitiva, queremos hacerle feliz. Esto nos puede llevar a replantearnos nuestro sistema de valores con respecto a las normas y tradiciones sociales y nuestra propia moral.

Pero en la línea de la confusión del regalar, a mi me gusta seguir una serie de pautas:

1- Minimalismo: doctrina interesantísima que busca la esencia de las cosas. El regalo se basa en los sentimientos y emociones que pones en él. No por más regalos serán mejores ni quieres más a nadie. Ni por el dinero que gastas en el mismo. Menos es más. Joaquín Araujo en su libro "XXI: Siglo de la ecología" escribe una frase que me parece presiosa, que dice: Sólo lo suficiente libera. O como entendía H.D. Thoureau la vida desde lo mínimo para vivir bien. Incluso incluir la idea de "El Buen Vivir".

2- Pertinencia: este punto es un poco especial. El regalo tiene que ser de verdad. Y con esto quiero decir, tiene que tener una utilidad y que sea disfrutable, tiene que ser algo que represente lo que sientes o una ayuda que quieras ofrecer al agasajado. Regalar cosas por regalar me parece absurdo e impersonal, con lo que no estás dando a entender a la persona que es regalada, que el regalo en sí es pensado para ella.

3-Calidad: esto es, escoger lo mejor posible por que consideras que el regalado se lo merece. Quiero decir, que el regalo sea "bueno". Y vuelvo a recordar, no necesariamente tiene por qué ser material ni invertir mucho dinero en él. Calidad puede ser dar un paseo por la playa y ver el atardecer creando un ambiente de relajación y seguridad. Puede ser dar una donación a una asociación que la persona apoya. Apreciar esa clase de regalos nos hace más humanos también. Incluso dentro de este punto podríamos incluir el invertir dinero en productos ecológicos, artesanales, cruelty free o fairtrade.

4- Educativo: Este punto es un poco como colofón de los puntos anteriores. Para mi la educación lo es todo. Es indispensable para la vida, para la comunidad, para entender el mundo que nos rodea y para entendernos a nosotros mismos. Un regalo educativo va desde un libro con contenido, una entrada para ver una película (o hacer una sesión en casa), ir al teatro, ir a una exposición ... o simplemente mantener tiempo y charlas que ahonden en quienes somos y cómo entendemos el mundo, y cómo entenderlos a través de los demás.

Finalmente, me gustaría recordar algunas cosas que considero importantes cuando hablamos de regalos y que se suelen pasar por alto. Por lo general, creo que hay dos ideas importantísimas, como son el tiempo y el amor:

El tiempo por ser algo en lo que nos volvemos pobres con el paso de los días e invertir tiempo con alguien es un regalo de valor incalculable. El tiempo es una dimensión que no entendemos pero sí que percivimos, y que deberíamos respetar más y aprender a vivirla desde la certeza: el presente. Pero como le decía el maestro Oggway a Fu en Kung Fu Panda: "El pasado es historia, el mañana es un misterio, sin embargo el hoy es un regalo, por eso se le llama presente." O tirando por el clásico latinismo "Carpe Diem".

Y el amor, por que muchas veces lo damos por hecho y nos olvidamos de transmitirlo y expresarlo en nuestro día a día. Un "te adoro", "te quiero", o "te amo" puede ser el mejor presente imaginado.

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