Actividades Semana: La atmósfera, el manto del cielo (II)
- Rake
- 2 abr 2020
- 7 Min. de lectura
"Ya no buscaba el camino, era yo la pripia búsqueda , como el arado y el surco."
Las riquezas verdaderas Jean Giono
"El presente es el manantial de las presencias"
Octavio Paz, Discurso en el Premio Nobel 1990
"(Sobre la conciencia), eso es lo que tenemos que formar todos los días, en la reflexión, en el debate, en el exámen profundo de las cosas, de las circunstancias"
La alternativa al neoliberalismo se llama conciencia, José Saramago
""Sigo suponiendo que este mundo no tiene un sentido superior. Pero sé que hay algo en él que sí tiene sentido, y es el hombre ante su prójimo. Porque ese encuentro le da sentido a todo"
Cartas a un amigo alemán, Albert Camus
Estas maravillosas frases, traídas de la mano de grandes seres humanos, escritores, poetas y filósofos, las traigo a la palestra para poder introducir un tema sobre educación. Estos días se habla mucho de la exigencia de rendir en los estudios en el período de cuarentena. Muchos profesionales mediáticos, como Heike Freire o Cesar Bona, han demandado una reflexión profunda sobre el sentido educativo, la función de los docentes y la necesidad de replantearse las medidas adoptadas.
Desde mi perspectiva como Pedagoga, no puedo más que suscribir las palabras de estos compañeros, y alentar a las familias a poder abrazar el presente en presencia. Es decir, no huír de lo que estamos viviendo, atiborrándonos de deberes o manualidades. Reflexionando con los pequeños, aprendiendo y validando (como diría Aida Lortiz de Educaflash) esos sentimientos y sensaciones que todos estamos viviendo. Buscarnos a nosotros en nosotros y en los demás. Algo que, como ya incluí en la frase de Albert Camus, nos da sentido, pertenencia, seguridad y poder disfrutar recíprocamente de la comprensión, el amor y el apoyo que tento necesitamos. Y, acompañando a la de Saramago, la reflexión en el fluir de los diálogos entre unos y otras personas. Entendernos en nuestra pluralidad de experiencias personales en el presente.
Aprender a vivir.
Por eso, antes de realiza cualquiera de las actividades que propongo, en ningún caso me gustaría que fuesen un parche o una huída hacia delante, me gustaría que fuesen un complemento a ese "aprender a vivir" tan necesario.
En esta línea, me gustaría poder compartir reflexiones que explican mejor y con más herramientas esta educación vivencial y en convivencia con los demás y en el presente.
Apreciaciones de Elvira Fernández sobre la cuestión educativa en España, la teleformación, la evaluación de las materias, desde la perspectiva de educadora y madre. Muy enriquecedor este podcast: Especial COVID19 y educación.
Por una parte, en el Blog de Josechu Ferreras, alude a una serie de Tips que sugiere Tonucci para este período de cuarentena.
Apreciaciones de Noam Chomsky sobre cuales son las líneas educativas a tener en cuenta a a hora de experimentar la educación del hogar, y , en general, la educación en la vida. Es el momento de enseñar a los niños a entender el mundo.
Otro vídeo muy interesante, viene de la mano de Ana Parada de la Nova Escola Galega, sobre Como educar en tiempos de confinamiento?.
Después de esta introducción (para mi necesaria) vamos con las nuevas actividades.

Vamos a seguir con el hilo del conocimiento de la atmósfera a través de experimento caseros.
En este caso, no vamos a centrarnos en la composición de la atmósfera, intentaremos atender a lo que sucede en ella. Es decir vamos a comprender fenómenos atmosféricos. En la entrada anterior comenzamos un poco con la lluvia y el viento. En esta entrada proponemos las siguientes actividades:
Actividad 4: Escuchamos fenómenos atmosféricos
Edades: de 0 a cualquier edad.
Duración: 5 minutos
Objetivos:
Estimular el oído con sonidos naturales.
Comprender diferentes fenómenos a través del oído.
Comprobar, en base a experimentos sencillos, los gases que existen en la atmósfera.
Recursos: un dispositivo móvil para escuchar estos sonidos.
Momento de la actividad: después de la primera
Desarrollo: En esta actividad proponemos tumbarnos en el suelo y poder disfrutar del sonido de diferentes fenómenos meteorológicos que podemos encontrar en la naturaleza. El oído es uno de los sentidos por el que podemos percibir la naturaleza en toda su belleza. Los siguientes vídeos van desde el viento hasta el granizo, apreciando los matices de cada uno. Podemos expresar que sentimos con cada fenómeno, si nos relaja, si nos da miedo, si lo echamos de menos desde el hogar. Esta actividad es introspectiva.
Viento:
Lluvia
Truenos
Nieve
Granizo
Level Up!: Dibujamos los diferentes fenómenos atmosféricos
Podemos proponer a los pequeños que, en un papel, dibujen lo que escuchan. Es una propuesta para coordinar el oído y la motricidad fina, a la vez que explorar la creatividad de los pequeños poniendo a su disposición ceras de colores, acuarelas, rotuladores, etc.
Actividad 5: Hacemos un Palo de lluvia
Edades: de 6 a cualquier edad.
Duración: 20 minutos
Objetivos:
Conocer instrumentos de otros lugares del mundo.
Fomentar la multiculturalidad y la interculturalidad en los pequeños.
Practicar la motricidad fina.
Disfrutar de la música que pueden producir desde casa con pocos elementos.
Recursos: arroz, tubos de papel higiénico, palillos, celo, tijeras y cartón. Amen, de cualquier elemento que sea interesante para incluir para adornar, así como pintura acrílica, pegatinas o rotuladores, por ejemplo.
Momento de la actividad: Después de la primera actividad.
Desarrollo: Esta manualidad es para producir un Palo de Lluvia o de Agua. Este instrumento tiene su origen en el Amazonas, por diferentes pueblos indígenas de la zona (muy interesante la riqueza tribal de la ribera amazónica). El uso de este palo de lluvia tiene como fin ofrecer un sonido ambiental y también como un instrumento de percusión.
Atendamos a su sonido, que es muy interesante:
Este Palo de lluvia es un tubo largo y hueco, atravesado por palitos que hacen que las semillas o piedras que estén dentro de él desciendan de forma nivelada, pudiendo reproducir así mejor el sonido del agua o lluvia.
-Proceso:
Colocamos en el suelo o en una mesa los materiales necesarios.
Primero, podemos hacer las tapas que necesitamos para que no se escapen de dentro de nuestro palo las semillas (en mi caso, utilizo pasta para sopas).
Después, podemos ir "incrustando" dentro del tubo de papel higiénico diferentes mondadientes (podemos perforarlo antes con un punzón), para que sirvan como obstáculos para las semillas a la hora de caer, haciendo así un ruido escalonado simulando la lluvia.
Cuando lo tengamos, podemos recortar las puntas y cubrirlo con celo para no pincharnos, y así quedan también asecuradas.
Después colocaremos una primera tapa, la aseguramos con celo.
Posteriormente, incluimos las semillas dentro, y le colocamos la otra tapa. Lo cubrimos y aseguramos con celo.
Y ya, finalmente, lo adornaremos al gusto de cada uno.
Ahora ya solo queda disfrutar de ese sonido ambiental tan curioso y acogedor. Un Tip interesante es, que cuanto más largo sea el palo, mejor será la reproducción del sonido de la lluvia.

Actividad 6: Un molinillo
Edades: de 6 a cualquier edad.
Duración: 20 minutos
Objetivos:
Realizar una manualidad con funcionalidad práctica.
Desarrollar la creatividad a través de obras artísticas.
Practicar la motricidad fina a través de una manualidad.
Utilizar una manualidad dentro de lo que es una pequeña estación meteorológica casera.
Recursos: cartulina, corcho, un palo, una chincheta, cola, lápices de colores, rotuladores, etc.
Momento de la actividad: Después de la primera.
Desarrollo: Con el molinillo de viento volvemos a una actividad propia de las manualidades que realizaban nuestros abuelos para jugar en la propia naturaleza. Estos molinillos, tan sencillos de hacer, servían para poder comprender la velocidad del viento. Por ello, vamos a hacer esta sencilla manualidad que podemos usar desde las ventanas de nuestra casa, o incluso hinchando nuestros carrillos y soplando fuertemente para hacerlo girar y girar.
-Proceso:
Ponemos los materiales en el suelo o en la mesa.
Cogemos el folio, y haremos de él un cuadrado.
Seguidamente, encontramos las diagonales que van de una punta a su opuesta.
Encontraremos al cuadrado dividido en 4 triángulos, remarcamos en centro.
Después, deberemos hacer cortes en esas diagonales remarcadas, hasta un poco más de la mitad (no hasta en centro, si no, no tiene base).
Cogemos las puntas y las vamos superponiendo en el centro. Podemos poner un poco de pegamento para asegurarlas bien.
Cuando ya estén todas dobladas, cogemos una chincheta o alfiler y lo colocamos en ese punto.
Seguidamente lo clavamos en el palo...
¡Y ya está!

Actividad 7: Pluviómetro casero
Edades: de 6 a cualquier edad.
Duración: 20 minutos
Objetivos:
Experimentar, en pequeña escala, cómo es la atmósfera de la tierra.
Comprender la dinámica del ciclo del agua.
Comprobar, en base a experimentos sencillos, los gases que existen en la atmósfera.
Recursos: una botella de agua vacía, tijeras, rotuladores y celo.
Momento de la actividad: después de la primera actividad.
Desarrollo: Un pluviómetro es una herramienta que se emplea dentro de lo que son las estaciones meteorológicas, y su función es la recogida de las precipitaciones (lluvia, nieve, granizo...). De esta forma se puede medir la cantidad de precipitaciones de un lugar en un peíodo de tiempo determinado. Esta cantidad se expresa en milímetros de altura o litros por metro cuadado.
En Galicia, por ejemplo, puede ser un instrumento muy interesante para hacer en el hogar, ya que tenemos una suerte de meses lluviosos al año.
Si tenemos una huerta puede ser algo estupendo para poder atender a cómo son las precipitaciones en la zona de las plantaciones, para poder escoger especies más resistentes.
-Proceso:
Ponemos los materiales que vamos a utilizar encima de la mesa.
Primero, sealamos la parte del cuello de la botella que necesitamos recortar, ya que esta nos servirá cómo embudo para el pluviómetro.
Tras recortarla, vamos a haver una medición, algo "de andar por casa". Tomaremos 100ml de referencia para incluir esas mediciones en el pluviómetro. Siendo de 100ml a 100ml.
Cogemos una regla y un rotulador permanente y tomamos la medida de lo que supone 100ml en la botella, así, podremos ir incluyendo cada cuanto llegamos a otros 100ml. Es decir, en mi botella 100ml suponen 2 cm. Para que se den 200ml, aproximadamente ocuparán 4 cm en la botella.
Tras señalizarlo añadiremos el cuello de la botella volteado (para hacer el embudo) y así lo aseguramos con celo.
Ahora, podremos colocarlo en los espacios de casa que estén a la intemperie. Así, podremos observar cuanto se llena a lo largo de 1 día, 1 hora, o , incluso, con qué frecuencia podremos medirlo (ya que, al menos ahora en Galicia, apenas hay lluvia). Observar y reflexionar sobre el entorno es parte del proceso.

Espero que os haya resultado interesante esta entrada y que podáis poner e práctica estas actividades con los más pequeños, desde el amor, el cariño y el respeto mutuo, que todos lo necesitamos ante la incertidumbre.
"Avanza con amor, y la paz te seguirá"
Joaquín Phoenix en el discurso de los Oscar 2020, citando a su hermano River Phoenix
¡Bonus!
Hoy, sesión peli con ...
El hombre que plantaba árboles
Este cortometraje es casi un cuento (relato) de Jean Giono (a quien ya cité al inicio de esta entrada). A partir de su revisión podemos atender a la acción del hombre, que con mimo escogía semillas y las iba plantando, en el silencio de una acción que finalmente disfrutarían muchos otros seres vivos.
También reflexionar si eso se podría dar a día de hoy o podríamos estar interfiriendo en los ecosistemas. Ya que depende de las especies podemos o no plantarlas de forma satisfactoria, ayudando o perjudicando a depende qué espacios naturales.
Una historia alentadora para la acción desde nuestra humilde posición en el mundo.
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